Estudio de lombrices de tierra en sitios naturales y manejados del municipio de Tenosique, Tabasco

Para consultar el capítulo impreso véase el libro con la clasificación T 303.483097263 R4/2005, en SIBE-Villahermosa

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A nivel mundial los bosques tropicales cubren 2970 millones de hectáreas. Durante el presente siglo su área ha disminuido significativamente; se estima que en el año 2000 fueron talados intensivamente por el hombre unos 225 millones de hectáreas. La destrucción de los bosques tropicales tiene grandes repercusiones sobre la humanidad debido al aumento de CO2 en la atmósfera. El suelo desnudo queda totalmente expuesto a procesos de erosión, que son mayores cuando las pendientes son muy pronunciadas, las lluvias son intensas y la capacidad de almacenamiento y permeabilidad del suelo son bajos. También hay un rápido deterioro de las propiedades físicas del suelo, mediante la destrucción de los agregados los cuales dependen de la textura, el contenido de materia orgánica, la actividad y descomposición de raíces, la actividad de los organismos del suelo, los cationes adsorbidos por las partículas del suelo y el uso de la tierra (Estribi Chavarría, 1978). Por esto es necesario adoptar tecnologías que permitan mantener o mejorar la fertilidad del suelo a largo plazo. La manipulación de los procesos biológicos del suelo es una de las vías más prometedoras para lograr esta meta. Entre dichos procesos, se puede aprovechar la actividad de las lombrices de tierra endógeas o anécicas, que viven en el suelo al contrario de las epigeas que viven en la acumulación de materia orgánica fresca y no penetran en el suelo (Blanchart et al., 1990). Dentro del estado de Tabasco, el municipio de Tenosique, es uno de los cuales en donde todavía existen relictos de vegetación natural. Se encuentran algunas áreas de selva media perennifolia, con árboles de más de 30 metros de altura; la vegetación ha sufrido una tala intensiva. Tenosique es famoso en la región por sus maderas preciosas y tintóreas, tiene una superficie boscosa aproximada de 5 hectáreas, en donde se encuentran árboles de cedro, caoba y macuilí, entre otras variedades. Constituye uno de los últimos refugios de la fauna tropical del país, ya que todavía sobreviven el venado, el tucán, el armadillo, el mono, el tepezcuintle, el puerco de monte, entre otras especies. Se muestrearon 6 sitios de los cuales 2 fueron en áreas naturales (El Cerro y La Reserva Natural) y 4 en áreas manejadas (El Cañal, El Maizal, El Huerto Familiar y La Teca), usando la metodología desarrollada por el “Tropical Soil Biology and Fertility Programme” (TSBF), descrita por Anderson e Ingram (1989). La mayor biomasa se presento en el Huerto Familiar 57.44 ± 38.23 g.m² en Miguel Hidalgo, la densidad se presento en una proporción mayor en El Cañal 112 ± 97.18 Ind.m². Estos dos sistemas tienen un suelo muy rico en materia orgánica, su textura es arcillo arenosa, la cantidad de N y P es alto para El Huerto y normal para El Cañal. El Huerto Familiar mostró una correlación significativa (P≤0.05) y positiva entre la densidad de lombrices de tierra y el % de arena en el suelo. En comparación de El Cañal en donde no se observo ninguna correlación entre los parámetros del suelo. spa