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Gabinete de curiosidades médicas / por Jan Bondeson; traducción de Nuria Parés

Por: Bondeson, Jan [autor].
Parés, Nuria [traductora].
Tipo de material: Libro
 impreso(a) 
 Libro impreso(a) Series Editor: Distrito Federal, México: Siglo XXI Editores, 1998Descripción: 295 páginas : fotografías, ilustraciones ; 21 centímetros.Tipo de contenido: Texto Tipo de medio: Sin medio Tipo de portador: VolumenISBN: 9682321581; 9789682321580.Tema(s): Historia de la medicina | Combustión espontánea humanaClasificación: 616.009 / B6 Número de sistema: 58251Contenidos:Mostrar Recomendación de contenido:
Español

Hace ya mucho tiempo, las antigüedades se disponían en gabinetes para su exposición: una sirena disecada podría estar al lado del hueso de algún gigante, y el esqueleto de unos mellizos siameses junto a una momia egipcia. En diez ensayos, Jan Bondeson nos muestra el diagnóstico de un médico de talento sobre varios inesperados y extraordinarios aspectos de la historia de la medicina: la combustión humana espontánea, colonias de serpientes y ranas viviendo en el estómago de una persona, reyes y emperadores devorados por piojos, tribus de hombres con cola y el niño de dos cabezas de bengala. Bondeson cuenta la historia de Mary Toft, que alcanzó notoriedad en 1726 cuando alegó haber dado a luz diecisiete conejos. El rey Jorge V, príncipe de Gales, y los médicos de la corte, atribuyeron estos monstruosos nacimientos "impresión materna", porque Mary tuvo antojo de conejo durante su embarazo. Bondeson explica que la falacia de las impresiones maternas, notables en las novelas de Goethe, Walter Scott y Dicken, tiene viejas raíces en los manuscritos chinos y babilonios. Bondeson también nos muestra el trágico caso de Julia Pastrana, una indígena mexicana con espeso pelo sobre la mayor parte de su cuerpo y un hiperdesarrollo de las encías que le daban una apariencia simiesca. Se llamaba la mujer mono, y se la exhibió por todo el mundo. Después de su muerte en 1860, el esposo de Julia, que fue también su empresario, momificó su cuerpo y continuó exhibiéndola por toda Europa. Bondeson logró observar la momia y consiguió diagnosticar la condición de Julia Pastrana como un raro síndrome genético.

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Acervo General (AG)
Acervo General Disponible ECO040006691

Prefacio.. Combustión Humana Espontánea.. La Serpiente en el Estómago.. El Mal de los Piojos.. Gigantes en la Tierra.. Muerte Aparente e Inhumación Prematura.. La Paridora de Conejos.. Impresiones Maternas.. Individuos Con Cola.. Tres Especímenes Notables del Hunterian Museum.. La Extraña Historia de Julia Pastrana.. Nota Sobre Las Fuentes

Hace ya mucho tiempo, las antigüedades se disponían en gabinetes para su exposición: una sirena disecada podría estar al lado del hueso de algún gigante, y el esqueleto de unos mellizos siameses junto a una momia egipcia. En diez ensayos, Jan Bondeson nos muestra el diagnóstico de un médico de talento sobre varios inesperados y extraordinarios aspectos de la historia de la medicina: la combustión humana espontánea, colonias de serpientes y ranas viviendo en el estómago de una persona, reyes y emperadores devorados por piojos, tribus de hombres con cola y el niño de dos cabezas de bengala. Bondeson cuenta la historia de Mary Toft, que alcanzó notoriedad en 1726 cuando alegó haber dado a luz diecisiete conejos. El rey Jorge V, príncipe de Gales, y los médicos de la corte, atribuyeron estos monstruosos nacimientos "impresión materna", porque Mary tuvo antojo de conejo durante su embarazo. Bondeson explica que la falacia de las impresiones maternas, notables en las novelas de Goethe, Walter Scott y Dicken, tiene viejas raíces en los manuscritos chinos y babilonios. Bondeson también nos muestra el trágico caso de Julia Pastrana, una indígena mexicana con espeso pelo sobre la mayor parte de su cuerpo y un hiperdesarrollo de las encías que le daban una apariencia simiesca. Se llamaba la mujer mono, y se la exhibió por todo el mundo. Después de su muerte en 1860, el esposo de Julia, que fue también su empresario, momificó su cuerpo y continuó exhibiéndola por toda Europa. Bondeson logró observar la momia y consiguió diagnosticar la condición de Julia Pastrana como un raro síndrome genético. spa

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