Acridofagia y otros insectos: en donde se cuenta sobre la crianza, recolección, preparación y consumo de chapulines, gusanos, hormigas y otros bichos para salvar al mundo / Déborah Holtz y Juan Carlos Mena, editores

Incluye bibliografía: páginas 311-315, semblanza e índice de imágenes

Una de las últimas fronteras de la civilización occidental es la de comer insectos. La entomofagia, que ha existido durante milenios en culturas como la asiática, la africana o la prehispánica, es un tabú en la mayor parte del mundo por causa de la influencia europea y estadounidense en los hábitos alimenticios. Acostumbrados a obtener sus proteínas de mamíferos, aves y peces, durante muchos años la ingesta de gusanos, escarabajos u hormigas se ha visto como una curiosidad exótica, cuando no como un estigma de pobreza o como último recurso ante la hambruna. El día de hoy, comer insectos y otras formas de vida es también una cuestión de sostenibilidad. De repente, ante el crecimiento poblacional y el cambio climático, criar insectos se ha vuelto un asunto del que dependen no sólo la satisfacción del hambre a escala global sino otros procesos como la conservación del ecosistema y el combate contra el cambio climático. La doctora Julieta Ramos-Elorduy, máxima autoridad en nuestro país sobre insectos comestibles y ecología, coordina este álbum, recetario y libro de divulgación: Acridofagia y otros insectos. Curiosamente, para el título no se ha elegido el nombre técnico para la ingesta de insectos, entomofagia, sino uno que se refiere específicamente a los acrídidos, familia a la que pertenecen ortópteros como las langostas, los saltamontes y nuestros chapulines, el artrópodo más emblemático de la culinaria mexicana. La elección no es en vano, pues México tiene un largo historial de entomofagia, donde los bichos, sobre todo en el centro y el sur del país, son parte de la cocina indígena cotidiana: jumiles, chapulines, cuetlas, gusanos de maguey, escamoles y otros más son de las vetas más ricas y menos exploradas de la gastronomía nacional. El cruce de disciplinas como la biología, etnografía, arqueología y gastronomía es casi obligatorio para comenzar a labrar un camino viable para el cosumo de insectos en México. spa

Acridofagia y otros insectos es un libro múltiple y diverso en ese sentido, pues combina el ensayo de corte académico y de divulgación con documentos visuales, ilustraciones y recetas para integrar a los insectos en la canasta básica. Hay recetas para cocinar bichos que sorprenden por su diversidad, por hacer de estos animales ingredientes indispensables, pero dúctiles como cualquier otro. No sólo se trata de insectos asados. Tres textos de Julieta Ramos-Elorduy; "Entomofagia, Acridofagia", "El futuro de la alimentación" y media docena más de expertos como Juan Carlos Mena o José Manuel Pino, nos introducen a los problemas más importantes que plantea la ingesta de insectos: qué tan nutritivos pueden ser, los recursos necesarios para la crianza efectiva de millones de artrópodos, o una cuestión tan controversial como si es más ético comer un centenar de insectos que una vaca. La inclusión de los insectos en las mesas de todo el mundo, ya libres de prejuicios y falsas acusaciones, será quizás una de los hitos del siglo XXI. Con Acridofagia y otros insectos tenemos una guía para empezar a degustar a estos animales y, de paso, salvarnos a nosotros mismos. spa