Bibliografía: páginas 245-266

En este libro se trabajan los grupos privilegiados de Yucatán en los siglos XVII y XIX y es fruto del Seminario Élites y Movilidad en Yucatán y de otros intercambios académicos. Generalmente se considera que una persona pertenece a la élite cuando, desde la cima de la jerarquía social, ejerce funciones reconocidas públicamente a través de ingresos considerables, prerrogativas, prestigio y otras ventajas. Las élites pueden ser políticas, económicas, intelectuales, científicas. Aunque el poder económico y político resulta fundamental para acceder a la élite, hay otras formas de ser privilegiado, como ejercer ciertos oficios o portar ciertos títulos. Así, el término de privilegiados va más allá del concepto de élites y se aplica a grupos que por alguna razón (familiar, laboral, meritoria, profesional, académica o situación intermediaria en la sociedad) disfrutaron durante su vida de ciertas preeminencias económicas (tener dinero para prestar), sociales (reconocimiento por ser médico o maestro) u honoríficas (los hidalgos). El interés, entonces, está en seguir a individuos y grupos, vislumbrar sus alianzas y redes, los conglomerados sociales en los que se integraron, y a partir de ahí identificar y explicar los elementos de que se valieron para ocupar de alguna forma una posición clave, y además sacar el mayor provecho de ella. Familias, médicos, indios hidalgos, usureros, comerciantes, maestros, clérigos y contrabandistas están en el corazón del análisis. Esta propuesta cubre los siglos XVIII y XIX y una de sus virtudes es mostrar cómo en un mismo espacio, a través de estos dos siglos, varios grupos sociales van tomando presencia. Español