¿Qué significa hablar?: economía de los intercambios lingüísticos / Pierre Bourdieu ; traducción de Esperanza Martínez Pérez
Por: Bourdieu, Pierre [autor/a].
Martínez Pérez, Esperanza [traductor/a].
Tipo de material: Libro impreso(a) Series Editor: Móstoles, Madrid, España: Ediciones Akal, c1985Descripción: 207 páginas ; 22 centímetros.ISBN: 9788446029502.Tema(s): Sociolingüística | Lenguaje y lenguasClasificación: 306.44 / B6 Número de sistema: 52516Contenidos:MostrarTipo de ítem | Biblioteca actual | Colección | Signatura | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras |
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Libros |
Biblioteca Villahermosa
Texto en la configuración de la biblioteca Villahermosa |
Acervo General | 306.44 B6 | Disponible | ECO050005196 |
Traducción de: Ce que parler veut dire. L'économie des échanges linguistiques
Introducción.. Primera Parte. Economía de los Intercambios Lingüísticos.. I. La producción y la reproducción de la lengua legítima.. II. La formación de precios y el anticipo de beneficios.. Segunda Parte. Lenguaje y Poder Simbólico.. III. El lenguaje autorizado: las condiciones sociales de la eficacia del discurso ritual.. IV. Los ritos de institución.. V. La fuerza de la representación.. VI. Describir y prescribir: las condiciones de posibilidad y los límites de la eficacia política.. Tercera Parte. Análisis de Discursos.. VII. Censura y formalización.. VIII. El discurso de prestigio: reflexiones sociológicas sobre Quelques remarques critiques à propos de "Lire le Capital".. IX. La retórica del cientifismo: contribución a un análisis del efecto Montesquieu.. Índice onomástico
El discurso no es sólo un mensaje destinado a ser descifrado, es también un producto que ponemos a disposición de los demás y cuyo valor se define en relación con otros productos, ya sean excepcionales o comunes. El efecto del mercado lingüístico, que se materializa en la timidez o el pánico escénico al hablar en público, se manifiesta en los intercambios más nimios de la vida cotidiana: valga como ejemplo los cambios de lengua que, en situaciones de bilingüismo, sin siquiera pensarlo, los locutores operan en función de las características sociales de su interlocutor. Además de instrumento de comunicación, la lengua es también un signo externo de riqueza y un instrumento de poder. La ciencia social debe intentar justificar lo que, bien pensado, no deja de ser un acto de magia: se puede actuar con palabras, órdenes o consignas. ¿La fuerza que despliegan las palabras procede de las propias palabras o de sus portavoces? Así pues, nos enfrentamos a lo que los escolásticos denominaban el misterio del ministerio, milagro de la transustanciación que reviste a la palabra del portavoz de una fuerza superior, que le otorga el grupo en el que la ejerce. Al pensar el lenguaje desde otro punto de vista, podemos abordar el campo por excelencia del poder simbólico, el de la política, lugar de la previsión como predicción que pretende producir su propia realización. Y comprender, en su economía específica, el debate regionalista o nacionalista, aparentemente alejado de la racionalidad económica. Pero también podemos desvelar la intención reprimida de algunos textos filosóficos, cuyo rigor aparente no es más que el rastro visible de la censura, especialmente rigurosa, del mercado al que están destinados. spa